Monday, November 26, 2012

Ilustracion Plana



Ilustración Plana en Moda
 La ilustración de las prendas en plano es una disciplina que permite esquematizar, simplificar y visualizar los diseños de vestuario. Se trata de un modo básico de diseñar y representar las propias creaciones.
El dibujo del figurín es puramente para dar el gusto al diseñador de que realmente está haciendo. El dibujo del figurín nos es útil para dar a conocer la idea, los materiales, colores de la prenda. Para crear una prenda, lo necesario es saber hacer el dibujo en plano, es decir, un dibujo de la prenda como si la tuviéramos plana sobre una mesa, por delante y por detrás, con cada uno de los detalles, pespuntes, botones, costuras, pinzas, etc… todo ello marcado con el grosor correspondiente de rotulador, para que a primera vista sepas que es una abertura y que es una doblez.
La artista Amrei Hofstätter, reflexionó sobre ilustración y moda afirmando que “una cosa es un imagen que va encima de una superficie estática y plana” (…) “y otra es usar el cuerpo humano como lienzo, algo que tiene formas y además en movimiento. Todo esto hay que tenerlo en cuenta. Una imagen puede quedar muy bonita sobre una pared, pero luego uno tiene que entender muy bien su profesión para que funcione en un vestido a nivel compositivo” (…) “Creo que ambos campos se nutren mutuamente y esto puede abrir nuevas vías para la creación. Pero también depende mucho de cada caso. En el caso de Manish Arora he tenido la suerte de que ambos nos movemos en el mismo universo. Veo una armonía absoluta, nada ha resultado forzado o pretendido. Creo que la clave está en encontrar esa sintonía”.
Historia de la Ilustración
La historia de la ilustración de moda comienza en el siglo XVI, cuando las exportaciones y los descubrimientos provocaron fascinación por el vestido y los trajes de todas las naciones del mundo. Entre 1520 y 1610 se publicaron mas de 200 colecciones de grabados, aguafuertes y xilografías que contenían ilustraciones de figuras vestidas con ropas distintivas de su nacionalidad y su rango.
 Por supuesto, los artistas llevaban varios siglos reproduciendo vestidos, pero esos antiguos grabados fueron las primeras ilustraciones dedicadas a la vestimenta y, como tales, se convirtieron en el prototipo de la ilustración de moda tal como hoy se conoce.
En Francia, la industria alcanzo su punto álgido en la segunda mitad del siglo XVIII con la publicación de ilustraciones como las de Galeries des modes (1777), Cabinet des modes (1785) y Monument  du costume (1775-1783). Muchas de estas imágenes se publicaron en otros países con las adaptaciones de texto necesarias. Cuando la revolución provoco un paron cultural en Francia, Alemania se convirtió por un tiempo en el centro de las publicaciones: el Journal der Luxus und der Moden (1786-1826) fue la mas conocida. En Inglaterra, la exclusiva Gallery of Fashion (1794), de Heideloff, lleno el vacío. La Belle Assemblée (1806) y Repository of the Arts, Literature, Commerce, Manufacturing, Fashion and Politics (1809-1828), de Ackermann, fueron dos publicaciones destacadas de principios del siglo XIX. La última, como el titulo sugiere, era una revista de interes general que incluía moda y que fue precursora de las que después se convirtieron en un elemento más de la vida de fin de siglo. 
En Francia, la industria alcanzo su punto álgido en la segunda mitad del siglo XVIII con la publicación de ilustraciones como las de Galeries des modes (1777), Cabinet des modes (1785) y Monument  du costume (1775-1783). Muchas de estas imágenes se publicaron en otros países con las adaptaciones de texto necesarias. Cuando la revolución provoco un paron cultural en Francia, Alemania se convirtió por un tiempo en el centro de las publicaciones: el Journal der Luxus und der Moden (1786-1826) fue la mas conocida. En Inglaterra, la exclusiva Gallery of Fashion (1794), de Heideloff, lleno el vacío. La Belle Assemblée (1806) y Repository of the Arts, Literature, Commerce, Manufacturing, Fashion and Politics (1809-1828), de Ackermann, fueron dos publicaciones destacadas de principios del siglo XIX. La última, como el titulo sugiere, era una revista de interes general que incluía moda y que fue precursora de las que después se convirtieron en un elemento más de la vida de fin de siglo. 
En la década de 1950, los editores de moda empezaron a invertir más en fotografía. El consiguiente ascenso de los fotógrafos de moda a la categoría de celebridad provoco que los ilustradores tuviesen que conformarse con trabajar en artículos de lencería o accesorios, así como en campañas de publicidad como las de René Gruau para los perfumes Christian Dior. Las décadas de 1960 y 1970 fueron malos tiempos para los ilustradores, pero en la década de 1980 comenzó un renacimiento que continua hoy en día y que la accesibilidad a la tecnología informática ha afianzado.

La ilustración de moda y la fotografía de moda son dos disciplinas distintas. Aunque los fotógrafos de moda siempre se encuentran en el límite entre la creatividad y lo que es factible hacer, solo pueden registrar lo que ven. Los ilustradores, en cambio, poseen la facultad de seleccionar o realzar un elemento determinado; de dar prioridad al modelo frente a la prenda, o a la prenda frente al modelo; de transmitir un estado de ánimo o un ambiente con humor o emoción.
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Traje típico de Guanajuato



El estado de Guanajuato fue y sigue siendo uno de los estados mas ricos del país, en el pasado por su historia minera y porque ahí fue donde muchos acontecimientos mas importantes de la historia se suscitaron y en la actualidad por ser un estado rico en cultura y de los mas turísticos del país.


En el estado de Guanajuato no existió en el pasado un traje que lo identificara. Esta región fue lugar de asentamiento de diversas tribus: otomíes, chichimecas, huachiciles, pames, matlazahuas, mexicanos, tarascos y náhuatls.

La tribu que primeramente habitó estos lugares y prevaleció más tiempo, fue la de los otomíes y según cuenta la historia, el hombre andaba semidesnudo y la mujer usaba un ‘cotón’ largo color blanco, con una abertura para la cabeza y dos para los brazos.

Se tiene conocimiento que en el estado de Guanajuato sólo existen dos trajes con antigüedad de más de cien años: el de ‘la galereña’ de la capital de nuestro estado y el de ‘las canoas’, perteneciente al municipio de Celaya.

El traje de la galereña, como su nombre lo dice, fue usado por la humilde mujer, compañera del trabajador que desempeñaba uno de los más arduos trabajos que se le podían asignar a un hombre, o sea desarrollar su actividad en las húmedas y peligrosas galerías de las minas.

La “Galereña”, se le llamaba así, por que trabajaba en las galeras, en una labor muy especial que se realizaba en las afueras de las minas: quebrar la piedra o mena cargar del argentífero metal, para reducir a pequeños trozos fáciles de procesar después.

La “Galereña”, portaba un vestido formado por varias piezas, porque era tradicional llevarlo puesto y que a lo largo de los años se le ha considerado el representativo de la mujer guanajuatense.

El Traje típico de la "Galereña" guanajuatense era: Falda de manta en línea A; sobre ésta colocaba otra falda confeccionada con franela roja, sin bordados pero adornada con triángulos verdes en la cintura y a lo largo de la bastilla; a esta falda le llamaba zagalejo. Esta vestimenta era de uso diario, hogareño, pero cuando la mujer salía a la calle colocaba sobre esas dos faldas una especie de fondo de popelina blanca adornada con olanes, pasalistón y listón, ya que a su vez lo descubría con una nueva falda de organdí floreado y adornado de atrás. Esta falda llevaba por la parte de atrás una pequeña cola de la misma tela, remembranza de los conocidos vestidos flamencos usados por las españolas.

Comentarios de personas que convivieron con los mineros en la primera mitad de este siglo, que estas dos últimas prendas eran recogidas hacia arriba y hacia atrás por las galereñas para facilitar su trabajo en las galeras. Unos calzones largos hasta la rodilla adornados con olanes, pasalistones y listones, y media calada en las piernas. Además de los choclos en los pie, que completaban el atuendo inferior.

Esta plisado conveniente. Esta blusa carecía de adornos; cuando mucho se le bordaban algunos motivos (pájaros, flores) para hacer un poco más atractiva la prenda., El rebozo era de algodón con rapacejo negro, y adornaba su cuello con collares de colores vistosos; se cubría el cuello con una pañoleta de colores llamativos y se protegía los brazos con cubremanga, evitando las quemaduras; se colocaba sombrero de palmamujer se vestía con una camisa de algodón con jaretas en el cuello y bocamangas para obtener un.

Generalmente completaba la galereña el atuendo con adornos de los usuales en toda la mujer, como peinetas de colores, listones en las trenzas, moños vistosos, pulseras, arracadas, etc.

Fue un traje muy conocido en Guanajuato ya que era usado por la compañera del peón que en grandes cantidades se empleaba en la mina.

Hubert de Givenchy



Hubert de Givenchy. Fundador de la casa Givenchy

El Condé Hubert James Marcel Taffin de Givenchy (su nombre completo y título nobiliario) Hubert Taffin de Givenchy, (Beauvais, Oise, 21 de febrero de 1927).
Después de la muerte de su padre de influenza en 1930, el futuro diseñador de moda y su hermano mayor, Jean-Claude de Givenchy (1925-2009), que heredó el marquesado de la familia y, finalmente, se convirtió en el presidente de Parfums Givenchy, fueron criados por su madre y su abuela materna, Marguerite Dieterle Badin (1853-1940), viuda de Julio Badin (1843-1919), un artista que era el dueño y director de la histórica Fábrica de Gobelinos y la fábrica de tapices de Beauvais. Profesiones artísticas corrió en la familia extendida Badin. El bisabuelo materno de Givenchy, Jules Dieterle, fue un escenógrafo que también creó diseños para la fábrica de Beauvais, que incluye un conjunto de 13 diseños para el Palacio del Elíseo. Uno de su tatarabuelo, también creo unos conjuntos, también diseñadas para la Ópera de París.
Contrariamente a lo que su familia quería, Givenchy no se convirtió en un abogado, y asistió a la Escuela de Bellas Artes de París y empezó en el mundo de la moda en las casas de Lucien Lelong, Piguet, Jacques Fath y Elsa Schiaparelli hasta que abrió su propia firma, la "Casa de Modas Givenchy", desde ahí fue conocido publicamente solo como "Hubert de Givenchy", con el apoyo del español Cristóbal Balenciaga.
En la década de 1950 realizó trajes para la actriz Audrey Hepburn que ejercieron una gran influencia y en los que todavía se inspiran muchos diseñadores. Otras clientas destacadas fueron las actrices Liz Taylor y Jean Seberg. Givenchy vistió a otras varias famosas, como Jacqueline Kennedy, Grace Kelly y a la duquesa de Windsor. En 1988 vendió la firma, pero siguió dirigiéndola hasta 1996, año en que se retiró.
En ese año Paul Galliano lo sustituyo como cabeza del imperio. Luego Christian Dior lo sucedió y al final fue Alexander McQueen. Y después lo sucedió Riccardo Tisci.
La casa Givenchy es conocida por su glamour y feminidad en todo su explendor, usada para eventos como alfombras rojas o galas. Tuvo su máximo auge en la época dorada de Hollywood. 

I absolutely believe my talent is God-given. I ask God for a lot, but I also thank him. I'm a very demanding believer.
“Creo absolutamente que mi talento es mandado por Dios. Por eso le pido mucho a Dios, y también le agradezco mucho. Soy un creyente muy demandante.”




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